Las facturas eléctricas que cada mes llegan a nuestros buzones dan cuenta de la importancia que la energía tiene en el consumo de las familias y empresas. 

Los últimos estudios dan cuenta de la preocupación de las familias en este tema. Cada vez son más los que apuestan por alternativas que permitan ahorrar, pero también aquellas que apoyen la energía verde o renovable. Este tipo de suministro ha crecido exponencialmente en los últimos años. Un porcentaje mayor de personas apuestan por un tipo de energía que contribuye al desarrollo de fuentes inagotables y que prácticamente no afectan al cambio climático. 

Un ejemplo de esta nueva tendencia es la gallega Vagalume Energía, que aupada por la mayor concienciación social ha conseguido seguir con su estela de crecimiento. La empresa es experta en Autoconsumo Energético Fotovoltaico y en la reducción del consumo energético, un objetivo que consiguen tras analizar la factura eléctrica, monitorizar el gasto energético e implantar energías renovables.

Las renovables van poco a poco calando en todo el mundo. Conscientes de ello la compañía gallega ha decidido desembarcar en México D.F. en la segunda mitad del año, un destino que le permitirá expandir sus proyectos hasta lugares como Cuba o Panamá. También cuenta con la confianza de los inversores. Vagalume incorporará en su accionariado a la sociedad viguesa Innoven Inversiones y a la pontevedresa H3O Asesores. Pero no serán los únicos.  A través de Crowdcube, plataforma inglesa de crowdequity (una nueva forma de financiación colectiva a través de la cual el emprendedor logra la inversión necesaria para su proyecto a través de aportaciones de capital de muchos pequeños inversores), han conseguido implicar a 41 inversores de todo el mundo que en conjunto han apostado por la compañía con un monto que asciende a los 228.620 euros.

La previsión de la empresa para este año pasa por triplicar su facturación con respecto al año anterior e instalar más de 800 kW en proyectos de autoconsumo fotovoltaico, tanto en industrias como en viviendas particulares

Fuente: La voz de Galicia